Estas esculturas graniticas en las que los artifices han tratado de plasmar la imagen del animal, se hallan situadaa en un area geografica muy concreta, coincidente con el antiguo territorio de los vettones. En Villatoro nos quedan tres ejemplares, ya muy desgastados por el tiempo, situados en tres de los vertices de la plaza; dos de ellos en alto de cara al Ayuntamiento, asomandose sobre la carretera de Avila - Plasencia, y el otro, el ultimo que ha llegado a la plaza, desde su ubicacion anterior, muy cerca de donde se halla actualmente - frente a la casa de la que fué casa del cura. Este ejemplar se encontraba empotrado en el muro de contencion, a ras de suelo, en la pared del antiguo cementerio, junto a la iglesia; el lugar de donde proceden se ignora, pero el interes que despiertan a cualquier visitante adulto de la plaza, lleva a darlos una palmada amistosa en el testud, o pasarle la mano por el lomo en la larga y afectuosa caricia; si el visitante es mas joven acaba cabalgando en la grupa de cualquiera de ellos.
El Arte vetton produjo estas esculturas, entre los siglos III a. de C. y II d. de C. extendiendose fundamentalmente en lo que hoy son las provincias de Avila y Salamnaca y en menor medida por lo que hoy conocemos como Segovia, Zamora, Caceres y y Tras-os-montes (Portugal), desarrollando la llamada "Cultura de los Castros", asi conocida por ser el castro fortificado su elemento definidor y llamada tambien como "Cultura de los Verracos", por sus esculturas zoomorfas, hechas de piedra tallada y labradas en un solo bloque de piedra, incluyendo la peana, que en alguna de ellas no se ha observado.
La hipotesis acerca de su primitivo objeto, son muchas, produciendose diferentes eplicaciones sobre su significado. Una teoria los supone consagrados por los fenicios como epresion del culto egipcio a Osiris y Apis. Tambien hay quen los atribuye a los romanos. como dedicacion a Ceres; otros recogen interpretaciones apuntando a que estan erigidos en recuerdo de algunos juegos e incluso hay quien los encuadra como monumentos funerarios.
La Idea de que pudiesen haber servido como piedras terminales de tribus en la division territorial, fue una de las que tuvo mayor aceptacion a ultimos del siglo pasado y comienzos de este, siendo uno de los defensores de esta teopria el poligrafo Joaquin Costa y Martinez (1846- 1911) quien tiene dedicada una calle en Villatoro por sus numerosos trabajos que le acreditan como historiografo, critico, etnografo, jurista y sociologo.
No obstante los animales representados normalmente aceptado por la mayoria de estudiosos de las esculturas, afirman que son toros y jabalies o cerdos, aunque los caracteres indeterminados de su estructura han dado motivo para que se haya creido ver en ellos, cabalos, hipopotamos, elefantes, osos, perros, carneros, incluso burros como se les denomina en Villatoro.
Todos ellos carecen de cuernos y de cola, lo cual no es de etrañar debido al tiempo que ha pasado desde que se esculpieron y lo fragiles que resultarian aquellos apendicdes, no obstante se se ve esculpida en algunos de ellos la cola o el rabo, como el que esta situado en la esna de la plaza con el camino que sube a Vadillo de la Sierra.
Las dimensiones de los verracos, varian entre los 30 cmts, de longitud por 20 cms. de altura, el mas pequeño, localizado en Freixo de Espada-a-Cinta.(Tras-os_Montes,Portugal), hasta los 278 cms. de longitud el mas grande situado en el Tiemblo, uno de los cuatro que componen el grupo conocido como los 2Toros de Guisando", ante los cuales juro Isabel de Castilla, ser heredera sucesora y proincesa de los reinos de su hermnao Enrique iV el Impotente, el lunes 19 de septiembre de 1468.